Para algunos es algo superficial; otros creen que transforman a las persona por completo; pero muy pocos saben el verdadero papel de la medicina estética y de la cirugía plástica en la salud de las personas.
Según los últimos datos de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), cada vez son más los jóvenes que recurren a los retoques de cirugía plástica para mejorar su calidad de vida y el bienestar consigo mismos. El estudio de la SEME (publicado a principios de este 2020) pone de manifiesto que, a partir de los 26 años, los jóvenes comienzan a buscar a los mejores expertos en medicina estética para proceder a algún cambio relacionado con el aspecto físico de su rostro o su cuerpo.
La rinomodelación, las operaciones de pecho (aumento o reducción) o las intervenciones para la eliminación de grasa localizada son las más demandadas. Pero, en muchas ocasiones, no se realizan solo por razones puramente estéticas. Muchos casos llevan detrás otras implicaciones que alejan las operaciones o el tratamiento de lo superficial y ofrecen explicaciones más profundas, relacionadas con la salud y con el verdadero objetivo de la medicina estética.
Desde Palmamédica, rompemos una lanza a favor de esos procedimientos estéticos que tiene resultados visibles en el exterior pero que, sobre todo, mejoran la salud interior de los pacientes. Estos son los mitos que queremos tirar por la borda sobre la cirugía plástica.
¿Qué es verdad y qué no en cirugía plástica? Cinco mitos sin desmentir
Gracias a los avances en investigación y desarrollo, la medicina estética ha evolucionado mucho y ha encontrado formas menos invasivas de poner solución a algunos problemas relacionados con la apariencia exterior de los pacientes. Algunos tratamientos ya no necesitan la intervención del bisturí para poner remedio, por ejemplo, a las imperfecciones de la piel. Otros, sin embargo, mantienen el quirófano como parte esencial del proceso de mejora.
Pero en torno a unos y otros, sobre todo en lo relacionado con la cirugía plástica, ha ido creciendo una serie de mitos que es necesario desmentir. Estos son los cinco más habituales:
- Es algo frívolo, destinado a mejorar únicamente la apariencia. Este puede que sea el mito más extendido. Sobre todo, entre las personas que nunca han necesitado someterse a una intervención de medicina estética. En la mayor parte de los casos, el cambio físico implica un cambio de actitud y de autoestima que no podría lograrse con nada más. Psicológicamente, este es un gran avance.
- Crean una especie de adicción. Para muchas personas, la cirugía plástica requiere una serie de intervenciones frecuentes para mantener los resultados conseguidos. Nada más lejos de la realidad. Sí son necesarias las revisiones, como cualquier otra operación con anestesia y puntos. Pero, si todo sale según lo esperado, una sola vez puede ser definitiva.
- Es cosa de mujeres. Los problemas de pecho en hombres o ginecomastia son una realidad que también tratamos en Palmamédica. Con ello, demostramos que las intervenciones de cirugía plástica también suponen una solución para el género masculino.
- Implica muchos riesgos. Este mito no es del todo incierto. Como cualquier operación, las cirugías en medicina estética también pueden tener complicaciones. Pero siempre que se confíe en especialistas, estos riesgos están más que controlados.
- Permite la transformación completa en otra persona. Los profesionales de esta rama médica siguen un código ético que les obliga a exponer ante el paciente tanto los riesgos de la operación como los objetivos que se pueden alcanzar con ella. Intentarán por todos los medios que la opción de la cirugía plástica no se convierta en un círculo vicioso sin salida.