Conseguir un rejuvenecimiento facial es uno de los principales motivos por los que muchos y muchas pacientes visitan nuestro centro de estética en Mallorca.
Buscan mejorar el aspecto de su rostro mediante tratamientos no invasivos que sean eficaces para minimizar las arrugas de expresión, combatir la flacidez y tonificar partes como el cuello o la papada. ¿Te gustaría que tu cara se reafirmara y todo “volviera a su sitio”? Pues existe una solución mágica sin pasar por el quirófano: los hilos tensores o hilos faciales de los que hoy vamos a hablarte.
¿Qué son los hilos tensores?
Existen múltiples formas de referirse a este tratamiento recomendado, principalmente, para combatir el envejecimiento del rostro. Son llamados hilos tensores, hilos faciales, hilos mágicos o incluso el lifting sin cirugía.
Se trata de hilos prácticamente iguales a los que se utilizan en cirugía para realizar suturas. Están fabricados con materiales biocompatibles con el cuerpo humano y reabsorbibles como es el caso de la polidioxanona (PDO).
Su objetivo es “tensar” o “tirar de” aquellas partes del rostro que, con el paso de tiempo, se han descolgado y perdido firmeza dando lugar a un aspecto más envejecido.
Pero no podemos olvidar que al ser reabsorbidos por el cuerpo tienen una duración y, en consecuencia, un efecto limitado en el tiempo. Algo que les hace ser más seguros por un lado aunque, por otro, obliga a valorar otra aplicación en el futuro.
Se suelen utilizar tres tipos de hilos faciales como puedes ver en el apartado de nuestra web especialmente dedicado a este tratamiento:
- Los hilos monofilamento: fabricados en PDO, presentan un sola hebra muy fina y se utilizan para redendificar la piel y redefinir el contorno facial.
- Los hilos espiculados: más gruesos que los anteriores, se “enganchan” a los tejidos para levantarlos y generar un efecto lifting en casos de envejecimiento más acusado.
- Los hilos de conos: la principal diferencia reside en el ácido poliáctico de los que están compuestos que los hace más fácilmente reabsorbibles.
Pero, ¿de cuántos hilos tensores estamos hablando?
El número de hilos tensores que se utilizan en un tratamiento de rejuvenecimiento facial dependerá del paciente, de cómo tiene la piel y de los resultados que quiera obtener.
Por eso, en Palmamédica lo primero que haremos será una consulta para analizar tu caso y valorar si realmente te conviene este tratamiento, qué tipos de hilos faciales utilizaremos y qué número aproximado será requerido para conseguir el resultado esperado. Realizamos un diseño personal del rostro y usaremos como única herramienta un lápiz, marcando dónde colocar cada hilo y cuántos harán falta.
Normalmente se suelen colocar cuatro hilos en una sesión que oscila entre los 45 minutos y la hora de duración. En la mayoría de los casos, con ocho / diez hilos tensores el resultado ya es bastante notable para corregir una parte muy concreta como, por ejemplo, la caída de pómulos. Aunque como decíamos, depende siempre del paciente y lo que espere conseguir. Si quieres más información, no dejes de venir a vernos.